Riada

Un día salió de la casa y caminó hacia el río. Estaba pausado, sentía que las baldosas se formaban un segundo antes de que las pisara. Las partículas de las cosas existían apenas en el instante en que las necesitaba. Hacía frío y fuego de sol. La polaridad del mundo, pensó. O quizá lo dijo en voz alta y riéndose, porque las viejas que charlaban en la vereda lo miraron como a un ánima. Idiotas y sincrónicos, los semáforos le daban el verde cuando se acercaba. Cruzó la última tira gris en un tiempo estirado, mayor al de todas las anteriores. Apoyó los brazos en la varanda, respiró un aire más grande. Miró. El agua, la corriente, el horizonte curvo fingiendo rectitud. Siguió mirando. Las corrientes, hijas del viento. El color, pedazos de la misma tierra que pisaba. Como la sangre, trazas del cuerpo en el que corre. Siguió mirando. Maderas podridas, pescadores esculpidos, ecos de sirenas. Había ido para pensar, pero la mirada se le iba con el agua. Buscaba sin atrapar, encontraba sin retener. Hay quienes dicen que todavía sigue mirando. 

Glosario espurio - Entrada XXXIV

Distracción: pérdida de tracción

Llucia: precipitación de agua y suciedad.

Fechear: correr la fecha de un compromiso importante.

Gilnasio: lugar donde ciertas personas se reúnen para mirarse al espejo.

Coopete: felación mancomunada.

Cacaco: ladrón con incontinencia.

Birrete: gorro tradicional que usan los tiroleses para beber cerveza.

(Compilado a partir de los aportes de ilustres personalidades de la lingüística rantifusa)

Continuum

La luz nunca se detiene. Sale como agua turbia por las persianas entreabiertas y baña las hojas de plantas endebles en el aire libre falso del balcón. Adentro parece que hilan, tejen, urden. Una puerta siempre cerrada o que tal vez se abre en las horas cuando descansa el ruido. Arman la trama de quien sabe qué géneros, cuentos o banderas. Abajo la luz entre otras rejas les cubre la espalda siempre, entre ese otro resplandor hay un hombre seco. Parece que el viento de la tundra le hubiese arrancado toda el agua. Tampoco duerme, como las tejedoras. Le brillan los ojos mientras se mueve y dibuja sombras estiradas, se escapan por la reja y buscan el espacio bajo los cables cruzados de la calle. Arriba siguen hilando, para siempre. Hasta cuando duermen, si es que duermen. El hombre tampoco cierra los ojos. Abajo y arriba, la luz nunca se detiene.

Serenos

Cuidan casas en medio de los baluartes gris vidrio. Casas que se caen todo el tiempo, puertas que no dejan de chillar años. Prenden las hornallas y ponen pavas manchadas, fuman en silencio, suena la radio AM. Se quejan, todo les aplasta la risa pasada, charcas en un mundo de ríos rápidos. A veces discuten cuando están solos porque necesitan enemigos. Salen para ver que todo está caro. Se van anudando, como las raíces de los álamos en el pueblo donde pescaban ranas, corrían la pelota desinflada y saltaban sobre números de polvo. Allá eran héroes, campeones, amazonas, princesas. Piensan en nada para tapar las grietas y esconder la humedad del techo. Buscan el silencio entre la discordia pulsante. Cuidan casas en el pulmón negro de la urbe. Casas que se apagan con ellos, casas que van a regar el suelo con escombros para que broten más torres. 

Glosario espurio - Entrada XXXIII

Derrotero: camino de la perdición.


Eneano: enano de la Eneida.


Bóbeda: Recinto donde se encierra a los ciudadanos tontos.


Monstruación: transformación progresiva de una persona en una criatura horrible.


Lugubrar: divagar sobre un asunto haciéndolo parecer más tétrico de lo que es.


Fumambear: entrar en pánico o preocupación sin fundamento bajo los efectos del cannabis. 


Faminiesto: reglas familiares de corte tiránico y no vulnerables a la razón.


(Compilado a partir de los aportes de ilustres personalidades de la lingüística rantifusa)

Fragmentaria 17

negra la noche nube
luna sin huellas
toca los techos

Glosario espurio - Entrada XXXII

Emboscasa: hogar tan confortable que impide salir de él.


Ojetío: en España, hombre con mucha suerte.


Diamente: cerebro brillante.


Prócima: brebaje que se preparará en el futuro.


Cerdad: capacidad de persuasión de un alimento.


Inociencia: descubrimiento realizado por descuido.


Telonía: relación ocasional de propósitos criminales.


(Compilado a partir de los aportes de ilustres personalidades de la lingüística rantifusa)

Amanecido

Soñaba con dunas, como todas las noches. Abrió los ojos. Ahora estaba en el desierto y no sabía qué hacer con toda esa arena.

Afasia

El miedo es hijo del silencio, dicen las gentes. No se callan para no dejar que llegue, por eso exhalan una maraña de sonidos inconexos. Cualquier cosa para no quedar callados. Pero no saben que el sonido del miedo se va metiendo en los espacios entre las palabras, en los momentos ignorados por el oyente, que ahora escapa de las voces y se ahoga en el horror dentro de su cabeza.

Glosario espurio - Entrada XXXI

Coleguita: cobrador de poca monta.

Menarquía: período de gobierno matriarcal.

Vorácido: entidad incorpórea de hambre insaciable.

Justucia: justicia llevada a cabo mediante procedimientos ingeniosos.

Salverdad: calidad de los alimentos salados.

Lutérico: individuo que viste de negro.

Cacanción: composición musical de valor cuestionable.

(Compilado a partir de los aportes de ilustres personalidades de la lingüística rantifusa)

Suma cero

Desde el norte camina con el viento, es más fácil que empujar. La tarde le va trayendo cicatrices de flejes en la carne del suelo, de otras eras en la carne del sueño. Hay un surco que sabe de cargas, de llevarse a la distancia mientras la pampa duerme. Hay vagones quietos como budas y una garita del bando que perdió la guerra. Camina bajo el viento, escuchando las voces que le trae. Dice vidas enteras de cuerpos viajados desde otro suelo, nacidos con otro aire en los pulmones. Canta cuentos de construcciones titánicas brotando de la vereda. Murmura vidas enteras masticadas entre el torno, dos idiomas y el recuerdo. Camina en el viento, olvida que los años pesan lo que pasan. La tarde le va trayendo carapachos de madera que abrazan los camalotes, plantas que saben del tiempo. Abajo hay seres recios, pilares del abismo sosteniendo toda el agua. Camina junto al viento, ahora pasa por donde las tardes son mañanas. Están las vigas que ya no aguantan más que el color del vacío. Están el cemento, los adoquines, la tierra silente. Están los perros con jerarquías de caudillos que se hacen a los ladridos. Ya no camina y el viento tampoco. Se sientan a fumar mirando el agua, apoyan la espalda en la ciudad. Cuentan despacio todo lo que no es, ni está, ni se tiene, ni falta. Descansan aliviados, la ceniza en una mano, la sombra que se va. Y se ríen, porque ciertas cosas que crecen mejor donde no hay más nada.


Publicado en vivo el 14/04/12 en la presentación del disco "Los Desposeídos" de Aguas Tónicas (http://aguastonicas.bandcamp.com/album/los-despose-dos)