Monedero: mendicante.
Exelente: que ha dejado de tener presencia física.
Luegar: postergar o demorar una acción.
Bronconauta: buscador de tornados.
Juguetero: en México, comerciante de armas.
Pecable: dicho de una situación, que admite una desviación de las normas de conducta.
Universo: verso único.
(Compilado a partir de los aportes de ilustres personalidades de la lingüística rantifusa)
Como cada tarde, la contempló. Estaba sentada en el mismo lugar, con la mirada perdida. Igual que ayer y anteayer. Intentó atraerla, captar su atención con ruidos, jugar con reflejos sobre la marea. Quiso hacerla reír, pero todo chocaba con el silencio. Mientras se sumergía le dijo:
—Me estás mirando y no me ves.
La estatua esperó unos dos minutos más antes de levantarse. No quería darle falsas expectativas al cetáceo.
Nadie, en varios kilómetros a la redonda, sabría decir su nombre. Una extraña, envuelta en la noche, se metió en los sueños de todo el pueblo. Rompió espejos, borró personalidades, aplastó egos como cucarachas. El amanecer encontró a la misma persona en todas las camas. Yo fui vos y ya no tuve excusas para quedarme.
Una mano sobre el agua
las sombras aún respiran
viven
El cuerpo concluye
su osadía
aplastado por el sol
sin oídos que sepan
su final
Estar en trasfondo: caer muy bajo.
Mesito: planicie de tamaño moderado.
Podio: aversión por las aves de corral.
Bizarrastre: cualidad atractiva que posee la gente extravagante.
Viaje de amoníaco: experiencia particularmente desagradable.
Misantropía: servicio religioso desordenado.
Cózalo: moldura que bordea el cielorraso.
(Compilado a partir de los aportes de ilustres personalidades de la lingüística rantifusa)
Una sentencia innegable: "Un hombre es todos los hombres". Una muestra de lucidez, una conclusión brillante sobre la humanidad. Nunca hubo una frase tan cierta. A ella le debo mi indiferencia cuando te fugaste con el jardinero, que no es más que mi faceta arbórea.
Se está poniendo vieja, hay muchos años amontonados sobre su cuerpo firme. Cicatrices que dicen golpes, manos marcadas. Sus curvas delicadas siguen ahí, como si fueran lo mismo veinte años que cuatro días. Cuando canta todos la escuchan, la veneran. Ahora está en un rincón, medio a oscuras, entre el humo de los cigarros y el reflejo de las lámparas en las copas casi vacías. Zumban muchísimas voces hablando y riendo y preguntando al mismo tiempo, la noche de un viernes, un bar. Él la lleva despacio hasta el escenario y con la misma delicadeza de siempre comienza a pulsar sus cuerdas.
Sabuco: pistola antigua que disparaba una salva de perdigones.
Sasiche: interjección rioplatense que denota resignación.
Terán: pronunciación incorrecta de “Teherán”, “tejerán” y “te harán”.
Puñeta: pieza de armadura que cubría la muñeca.
Volvido: persona que ha sobrevivido a una catástrofe.
Malatesta: negatividad, intención dañina, maledicencia.
Padrón: forma coloquial colombiana para "proxeneta".
(Compilado a partir de los aportes de ilustres personalidades de la lingüística rantifusa)
Las alas manchadas de luces nos esperan
camino a la gloria, como en maratón
risas ebrias
rojos como frailes
la nostalgia nuestro vino de misa.
Hay Luna posada en la muerte temporal
catalepsia de vidrio, de cemento
silencio tango
putas casi cuadros de Lautrec
el humo, el vino,
saliva, sexo.
Amén.
Mañana quizás
ya no seremos más
que vómito sobre papel.
